Todo empezó cuando mis primos nos regalaron a mi hermana y a mi sendas cajas con 12 velas de mariquitas. De aquellas 24 apenas quedan 6 por casa, han salido de paseo, ido y vuelto al pueblo, se han bañado de vez en cuando y sobretodo han jugado y jugado en el mundo de Aina. Como estaban tan viejitas y perdidas hicimos 21 nuevas mariquitas de papel maché y una casa.
Esta es la casa de las mariquitas, a la inauguración vino toda la mochipandi: Heidi, la Madrastra, Kunfu Panda...
¡¡Me encanta el detalle de las cortinas!!!
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