Allá en Garganta la Olla,
siete leguas de Plasencia,
habitaba una serrana
alta, rubia y sandonguera
con vara y media de pecho,
cuarta y media de muñeca,
con una mata de pelo
que a los zancajos la llega.
Aquí está mi versión romántica de la Serrana de la Vera. Dicen que por un desengaño amoroso se fue al monte y allí mataba, entre otras cosas a los hombres con los que se cruzaba.
"Cuando tiene gana de agua/ se baja pa la ribera;/ cuando tiene ganas de hombres/ se sube a las altas peñas…”
La Serrana que me imagino está triste, melancólica, sola... quizás es el momento previo a volverse loca y empezar a matar a los hombres... Aquí todavía no piensa en la venganza, solo intenta curarse sus heridas...
Creo que me ha quedado muy guapa, y pienso que se lo merece. Vi una obra de teatro que la representaban fea y cejijunta. Me gusta más así.
muy chula! no conocía la historia.. (vendetta!)
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