lunes, 1 de agosto de 2011

El angelito de abuela Sole



A mi abuela Sole le encantaba hacer ganchillo, y si pienso en ella casi siempre la veo haciendo ganchillo y ensimismada en su labor de turno. Hacía unas puntillas delicadas que hoy abundan por las casas de sus hijos y nietos, pero yo sin duda me quedo con el angelito. En su habitación/alcoba había y todavía hay una pequeña y extraña ventana que daba a la cocina.  Y allí estaba y está el angelito. Lo que más me gustaba es que si la luz de la cocina estaba encendida y la habitación apagada  se podía ver la sombra del angelito como en los teatrillos de sombras chinescas.

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